Estimadas y estimados endocrinólogos, endocrinólogos pediatras y queridos medicos residentes:
Es un honor dirigirme a ustedes, quienes conforman el corazón y la fuerza de la endocrinología en nuestro país. Hoy quiero reconocer su entrega, su pasión y su compromiso con una especialidad que exige no solo conocimiento, sino también sensibilidad y amor por el paciente.
La endocrinología es un campo en constante evolución. Cada día surgen nuevos descubrimientos, tratamientos y retos que nos invitan a mantenernos actualizados, a estudiar con rigor y a fortalecer nuestra práctica profesional. Les exhorto a continuar aprendiendo, a cuestionarse, a innovar y a mantener siempre vivo el entusiasmo por ofrecer lo mejor de cada uno a sus pacientes. Porque detrás de cada diagnóstico hay una historia humana que merece nuestra máxima dedicación.
A nuestros médicos residentes de endocrinología y endocrinología pediátrica, quiero recordarles que son el futuro de nuestra especialidad. Conserven ese espíritu de competencia sana, de estudio constante y, sobre todo, de amor genuino por el bienestar de cada persona que atienden. Su formación no solo es un proceso académico, sino también una construcción de valores, ética y compromiso con la salud de México.
Los invito asimismo a mantener vigente la certificación en endocrinología, símbolo de excelencia y garantía de que la atención endocrinológica en nuestro país cumple con los más altos estándares. Certificarse es refrendar ante la sociedad nuestro compromiso con la calidad, la actualización y la responsabilidad médica.
Sigamos disfrutando el quehacer del endocrinólogo: ese arte y ciencia que nos permite transformar vidas, comprender la complejidad del cuerpo humano y acompañar con empatía a quienes más lo necesitan. Unidos, con entusiasmo y compromiso, seguiremos asegurando que la endocrinología mexicana sea ejemplo de ética, vocación y excelencia.
Dra. Edith Cárdenas Vargas
Presidenta
Consejo Mexicano de Endocrinología AC